Por Juan Tomás Valenzuela
Mientras que Raquel Arbaje
pide colaboración,
Gonzalo y el otro hampón
andan con el tigueraje
de formar un andamiaje
para que cualquier ayuda,
ya venga de islas Bermudas
o la China de Formosa,
se dé en forma maliciosa
por el Penco y la cornuda.
De la forma más altruista
que se pueda concebir,
Doña Raquel, va a asumir
lo que la otra chantajista,
está perdiendo de vista
desde su rol oficial;
Porque hasta ahora, esta fatal
no ha dicho “esta boca es mía”
en medio de la agonía
de esta emergencia viral.
Doña Raquel y su esposo,
líder de la oposición,
han propuesto un maratón
para sacarnos del pozo.
Mientra este par de azaroso,
candidatos del gobierno,
muestran que les vale un cuerno
el bienestar ciudadano,
ante el virus bacteriano
que nos arrastra al infierno.
Quitemos lo que obnubila
nuestro sentir ciudadano;
debemos ser más humanos,
que ya esto nos aniquila.
Esta vez, lo que se estila,
es que nuestra gente buena,
ponga su grano de arena
en búsqueda de la ayuda,
que este par de caraduras
nos niegan junto a Marchena.
Juan de los Palotes
30 marzo 2020